17.12.11

La mujer que al amor no se asoma, no merece llamarse mujer. Es cual flor que no esparce su aroma, como un leño que no sabe arder. La pasión es un mágico aroma que con besos se debe aprender. Puesto que una mujer que no sabe querer, no merece llamarse mujer. Una mujer debe ser soñadora, coqueta y ardiente. Debe darse al amor con frenético ardor, para ser una mujer. Yo viví, como en sombras dormido, sin tener la más leve emoción. Una vez me dijeron: te quiero y esa voz mi letargo quebró. Hoy yo vivo y me aferro a la vida. Hoy mi alma comienza a vivir; puesto que una mujer que no sabe querer, no merece llamarse mujer. Una mujer debe ser soñadora, coqueta y ardiente. Debe darse al amor con frenético ardor, para ser una mujer. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario